sábado, 5 de diciembre de 2009

Navegando por La Internet.

Hoy navegando por La Internet, en las noticias del mundo me encontré con algo que llamó poderosamente mi atención. “ The World” en Dubai, una de las urbanizaciones más exclusivas del planeta, un conjunto de 300 islas artificiales que dibujan el mapamundi. Proyecto que de ser terminado tendría distintas categorías de construcción, tales como hogares residenciales de alta privacidad, ya que se llega a ellas por barco, avión o helicóptero, tendría también Resorts para aquellos menos ricos que quieran pasar unas vacaciones de unos días en ese paraíso artificial e islas comunitarias para grupos que quieran compartir su pequeño paraíso. Para comprar una propiedad tienes que ser invitado a ello. Sólo miembros de la realeza, poderosos del mundo, y famosos multimillonarios tienen esa opción. Lógicamente de inmediato unas cuantas celebridades empezaron a repartirse el mundo. Unos querían Etiopía, Inglaterra, Escocia y por ahí un sinfín de excentricidades y rarezas de la gente que le sobra el dinero.
El foco empezó con “The Palm” un complejo residencial en forma de palmera construida frente a la playa de Jumeirah. Un proyecto realmente hermoso, como todos esos mega proyectos de Dubai. Nosotros, los que estamos acostumbrados a soñar, tan pronto descubrimos la existencia de Dubai y vemos este mundo fantástico, por casi un poder inhumano se convierte en el objeto de nuestros deseos. Si no controlamos la mente y recurrimos a Dios y nuestro poder interno, nos sentiremos los seres más miserables del planeta, por no poder tener todas esas cosillas.
Bueno, el cuento es que la ambición es cosa muy mala. Resulta que los problemas crediticios del emirato han puesto en peligro el futuro de todas estas obras inmobiliarias. Los proyectos están paralizados. La cosa está tan mala, que hasta los mega millonarios no van a poder comprarse todo lo que quieren. “Such its life”. Pero, pueden invertir en los niños pobres del mundo, el mejor y más grande de los mega proyectos que a nadie le interesa.
Definitivamente la mala distribución de la riqueza ha sido y será nuestro mayor problema global. Sumándole además, la mala administración de lo que queda en pié, el robo y el descaro de los líderes mundiales. Como quiera, la catástrofe del capitalismo, el invento del terrorismo (antes llamado comunismo) y la ambición desmedida de muchos; siempre la pagan los pobres, con un desempleo en asenso y como secuela un aumento proporcional en pobreza.
Esto me ha hecho reflexionar en varias puntos: el dinero no es lo malo, lo peor es amarlo demasiado. Lo que estamos padeciendo en Puerto Rico es común en el mundo entero hoy día (mal de muchos, consuelo de todos). Por haberme criado en el campo toda mi niñez, sé por vista propia, que “las palmas son más altas y los cerdos comen de ella”. Así que no voy a paralizarme con todo lo que veo. Si me siento muy mal, saco de mi rutina el ver noticias por unos cuantos días, hasta que regrese mi paz interior.